Proyecto Arazatí: de que se trata?

Proyecto Arazatí

Proyecto Arazatí: La mayor inversión en infraestructura para agua potable en Uruguay

El Proyecto Arazatí, recientemente aprobado por el directorio de OSE, se posiciona como la inversión más grande en la historia de Uruguay en infraestructura para agua potable. Con un presupuesto inicial de 200 millones de dólares que podría escalar hasta los 500 millones, este ambicioso proyecto busca garantizar el acceso a agua potable para la población y sentar las bases para un plan integral de saneamiento que abarque a más de 60 localidades.

El anuncio fue realizado el martes 15 en la Torre Ejecutiva por el presidente Luis Lacalle Pou, quien destacó la importancia histórica de esta obra para el país. Estuvo acompañado por el ministro de Ambiente, Adrián Peña; el presidente de OSE, Raúl Montero; y otras autoridades clave, quienes subrayaron el impacto ambiental, social y económico del proyecto.


Un hito histórico en el suministro de agua potable

El Proyecto Arazatí se ejecutará en el departamento de San José, donde se construirá la infraestructura necesaria para la captación y potabilización de agua. Según Lacalle Pou, este plan garantizará la seguridad hídrica del país, minimizando los riesgos asociados a sequías o fallas técnicas en el suministro actual.

Esta iniciativa no solo busca resolver problemas a corto plazo, sino que también responde a una demanda histórica por una segunda fuente de agua potable que complemente el sistema existente. El presidente recordó que esta necesidad ha sido discutida durante años y que, tras un análisis técnico y político exhaustivo, se tomó la decisión de avanzar bajo el amparo del artículo 47, numeral 3, de la Constitución de la República.


Un impacto económico y social significativo

Además de su relevancia ambiental, el proyecto traerá consigo un impulso económico para las regiones involucradas. La construcción de la infraestructura generará puestos de trabajo en el departamento de San José y en las localidades incluidas en el plan de saneamiento. Esto significa no solo un avance en términos de calidad de vida, sino también un impacto positivo en las economías locales.

Lacalle Pou enfatizó que estas acciones son prueba de un país comprometido con el cuidado del medio ambiente y la mejora de las condiciones de vida de su población. “Este proyecto habla de un Uruguay que mira hacia el futuro con responsabilidad y visión estratégica”, afirmó.


Detalles del plan de saneamiento

El alcance del proyecto no se limita a la potabilización del agua. OSE tiene previsto implementar un plan de saneamiento en 60 localidades, ampliando significativamente la cobertura del servicio en todo el país. Este componente adicional elevaría la inversión total a 500 millones de dólares, consolidando el proyecto como un pilar fundamental del desarrollo sostenible en Uruguay.

El saneamiento es una necesidad crítica en muchas comunidades, donde la falta de infraestructura limita el acceso a condiciones de vida dignas. La implementación de este plan marcará un antes y un después, no solo en términos de salud pública, sino también en la protección de los recursos hídricos.


Una obra alineada con los grandes planes del Gobierno

El Proyecto Arazatí forma parte de un amplio programa de obras públicas liderado por el Gobierno uruguayo. Lacalle Pou destacó que esta iniciativa se integra con otras inversiones históricas, como los 900 millones de dólares destinados al Ministerio de Transporte y Obras Públicas en un solo año, un récord sin precedentes para esa cartera.

Este enfoque integral refleja una estrategia gubernamental orientada a fortalecer la infraestructura nacional en áreas clave como el transporte, el saneamiento y el suministro de agua potable.


La licitación y el rol del sector privado

Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la colaboración entre el sector público y el privado. Según explicó el ministro de Ambiente, Adrián Peña, la infraestructura será diseñada y construida por una empresa privada seleccionada mediante un proceso de licitación pública. Una vez completada la obra, quedará al servicio de OSE para su operación y mantenimiento.

Esta modalidad de trabajo garantiza altos estándares técnicos y financieros, además de agilizar la ejecución del proyecto. “El rol del sector privado es clave para concretar obras de esta magnitud, siempre bajo la supervisión y regulación del Estado”, señaló Peña.

Beneficios a largo plazo

El impacto del Proyecto Arazatí se extenderá mucho más allá de la construcción inicial. Su puesta en marcha garantizará el acceso a agua potable para miles de uruguayos, incluso en escenarios de estrés hídrico como sequías severas. Además, el plan de saneamiento reducirá significativamente la contaminación de los recursos hídricos y mejorará la calidad de vida en las localidades beneficiadas.

El presidente de OSE, Raúl Montero, destacó que esta inversión no solo responde a las necesidades actuales, sino que también anticipa los desafíos futuros. “Estamos construyendo una infraestructura que será clave para las próximas generaciones”, afirmó.


Un paso hacia un Uruguay más sostenible

El Proyecto Arazatí es mucho más que una obra de infraestructura; es un símbolo del compromiso de Uruguay con el desarrollo sostenible y la protección de sus recursos naturales. En un contexto global donde el acceso al agua potable se convierte en un desafío cada vez más urgente, este proyecto coloca al país a la vanguardia de las políticas hídricas en América Latina.

Con una inversión histórica, un enfoque integral y un impacto positivo en múltiples dimensiones, el Proyecto Arazatí representa un paso decisivo hacia un Uruguay más equitativo, moderno y sostenible.