Inicio » , » Envejecimiento y futuro del trabajo: las estrategias del BPS para mantener sostenible el sistema previsional en Uruguay

Envejecimiento y futuro del trabajo: las estrategias del BPS para mantener sostenible el sistema previsional en Uruguay

Jimena Pardo

Uruguay frente al envejecimiento: el BPS impulsa tecnología, reconversión laboral y nuevas formas de sostenibilidad para el sistema previsional.

Frente a los cambios demográficos que atraviesa Uruguay, el Banco de Previsión Social (BPS) está adoptando un enfoque integral que combina innovación tecnológica, reconversión laboral y análisis estructural del modelo de financiamiento del sistema previsional. La presidenta del organismo, Jimena Pardo, explicó en una entrevista con el portal somosdeaca.uy que el país debe prepararse para afrontar el envejecimiento poblacional con soluciones que equilibren desarrollo económico y protección social.


Desafíos de un sistema previsional en transformación

Uno de los principales retos que enfrenta el sistema previsional uruguayo es el aumento sostenido de la esperanza de vida, sumado a una baja en la tasa de natalidad, lo que reduce proporcionalmente la cantidad de trabajadores activos en relación con la población pasiva. Este cambio estructural en la pirámide demográfica genera presiones sobre la sostenibilidad financiera del sistema.

“Estamos ante un escenario que exige respuestas concretas. El envejecimiento de la población requiere no solo más productividad, sino también la implementación de políticas públicas que acompañen a quienes se ven desplazados por la automatización y otros procesos económicos”, señaló Pardo.


Tecnología y automatización: entre la eficiencia y el riesgo social

El uso de tecnologías en los sectores productivos y de servicios puede aumentar significativamente la eficiencia operativa, pero también conlleva un riesgo: el desplazamiento de trabajadores cuyos perfiles no se ajustan a las nuevas demandas del mercado. Ante esta realidad, el BPS trabaja en conjunto con otros organismos del Estado para asegurar que nadie quede fuera del sistema de protección social.

“El objetivo es claro: acompañar los cambios sin excluir a las personas. No se trata de frenar el desarrollo tecnológico, sino de generar condiciones para que la transformación sea inclusiva”, sostuvo la jerarca del organismo.

Esta estrategia parte de una visión equilibrada: se busca fomentar sectores dinámicos como el software, la biotecnología y los servicios tecnológicos, pero sin abandonar a los trabajadores que quedan en situación de vulnerabilidad. Para eso, se han desarrollado mecanismos de apoyo tanto económico como formativo.


Instrumentos actuales para acompañar la transición laboral

Entre las herramientas que ya están en funcionamiento, se destaca el subsidio por inactividad compensada, una medida dirigida a personas de 58 años o más que cuentan con al menos 28 años de aportes y que, tras haber agotado el seguro de desempleo, no lograron reinsertarse laboralmente en más de un año.

Este subsidio tiene como objetivo amortiguar el impacto de la pérdida de empleo en una franja etaria que enfrenta mayores barreras para regresar al mercado laboral, ofreciendo una solución temporal mientras se exploran nuevas oportunidades.

Además, el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) cumple un papel central en el proceso de reconversión, brindando programas de capacitación y formación continua que permiten a los trabajadores adquirir nuevas habilidades y competencias. Muchas veces, esto implica cambiar de sector o asumir roles diferentes a los que desempeñaban anteriormente.

“No se trata solo de volver al mismo empleo que se perdió, sino de prepararse para nuevos desafíos laborales. La clave está en adaptarse, y eso requiere capacitación continua y políticas activas de empleo”, afirmó Pardo.


Repensar el modelo de financiamiento: ¿es sostenible el esquema actual?

Más allá de las políticas inmediatas, desde el BPS también se plantea la necesidad de abrir un debate más profundo sobre la sostenibilidad del sistema previsional en el largo plazo. Actualmente, el modelo uruguayo se financia principalmente mediante los aportes de trabajadores activos y empleadores. Sin embargo, con una base laboral más estrecha y una población jubilada creciente, esta estructura podría volverse insostenible.

“Tenemos que preguntarnos si el modelo vigente puede seguir funcionando en este nuevo contexto. El mundo está cambiando rápidamente, y debemos anticiparnos con soluciones innovadoras”, expresó la presidenta del organismo.

Esta preocupación no es exclusiva de Uruguay. Diversos países en la región y el mundo enfrentan desafíos similares, lo que ha llevado a algunos a explorar formas alternativas de financiamiento previsional, como impuestos especiales, aportes estatales directos o esquemas mixtos que integran capitalización individual y reparto solidario.


Una transición que requiere visión, innovación y equidad

El panorama actual obliga a repensar tanto el presente como el futuro del sistema de seguridad social. La incorporación de tecnología y el impulso a sectores de alto valor agregado son pasos necesarios para el crecimiento económico del país, pero deben ser acompañados por políticas sociales que aseguren la equidad y la inclusión.

En este contexto, el BPS cumple un rol clave no solo como administrador de jubilaciones y pensiones, sino también como articulador de políticas de protección laboral y social. Su función se amplía hacia la creación de un sistema más resiliente, capaz de responder a los desafíos del siglo XXI sin dejar a nadie atrás.

La combinación de innovación tecnológica, políticas de reconversión laboral y un eventual rediseño del sistema de financiamiento será determinante para construir un modelo previsional más justo, eficiente y sostenible. El desafío está en marcha, y Uruguay se encuentra en una etapa crucial para tomar decisiones que impactarán en las próximas generaciones.


contadores gratuitos