Paysandú y la Seguridad Social: más de 21 millones de dólares mensuales impulsan la economía local.
En el departamento de Paysandú, aproximadamente el 40% de la población recibe algún tipo de prestación del Banco de Previsión Social (BPS), lo que se traduce en una inversión mensual superior a los 21 millones de dólares. Esta cifra refleja el peso significativo que tiene la seguridad social tanto en la vida cotidiana de miles de habitantes como en la dinámica económica del territorio.
Según datos proporcionados por Carlos Clavijo, director del BPS en representación de los trabajadores, esta red de beneficios sociales abarca una amplia gama de prestaciones que van desde jubilaciones y pensiones hasta subsidios por desempleo, asignaciones familiares, licencias maternales y parentales, entre otras. El impacto directo de estas transferencias monetarias no solo es clave para garantizar derechos fundamentales, sino que también constituye una fuente constante de dinamismo para el mercado interno departamental.
En una extensa nota al portal Somosdeaca.uy Clavijo explica con detalles una información casi desconocida para el ciudadano de a pie.
Una red de apoyo que llega a miles de hogares sanduceros
De acuerdo con cifras oficiales, el BPS abona en Paysandú un total de 28.108 pasividades mensuales, entre jubilaciones y pensiones. A esta cifra se suman cerca de 20.000 asignaciones familiares destinadas a hogares con niños, niñas y adolescentes, además de aproximadamente 18.000 subsidios por desempleo. También se registran más de 1.000 subsidios por enfermedad y al menos 142 prestaciones adicionales, que incluyen licencias maternales, parentales y beneficios por cuidados especiales.
En conjunto, estos apoyos llegan de forma directa a decenas de miles de personas, que dependen de estos ingresos para cubrir necesidades básicas, sostener sus hogares y mantener niveles mínimos de bienestar. La presencia del BPS en la vida cotidiana de Paysandú es, por tanto, profunda y constante, y su rol va mucho más allá de la función meramente administrativa.
Seguridad social como motor económico
Desde una perspectiva económica, los fondos destinados por el BPS no deben entenderse exclusivamente como egresos presupuestales, sino como una inversión estructural en el desarrollo del país. Clavijo insistió en la necesidad de interpretar estas prestaciones como parte de un proceso de redistribución que dinamiza la economía local. “Ese dinero no se fuga al exterior, no se transforma en activos financieros ni se almacena en cuentas inactivas. Circula dentro del propio departamento, generando consumo, comercio y trabajo”, afirmó.
Este fenómeno es conocido como el "círculo virtuoso económico", un proceso en el cual el ingreso que perciben los beneficiarios de la seguridad social se reinvierte de manera inmediata en la comunidad. Desde compras en pequeños comercios hasta el pago de servicios, alimentos y vestimenta, los fondos del BPS se transforman en un estímulo constante para diversos sectores productivos, beneficiando también a emprendedores, trabajadores informales y empresas locales.
El rol estratégico del BPS en el interior del país
La magnitud del aporte del BPS en Paysandú también pone en evidencia el papel estratégico que cumple el organismo en los departamentos del interior, donde la presencia de industrias o grandes inversiones privadas puede ser más limitada. “Si un día faltaran esos más de 21 millones de dólares mensuales, el mercado interno de Paysandú se vería seriamente comprometido”, advirtió Clavijo, destacando que en muchos casos, los ingresos del BPS constituyen la principal o única fuente de recursos para los hogares.
Esta situación confirma que la seguridad social no solo garantiza derechos individuales, sino que también fortalece la cohesión territorial, promueve el equilibrio entre regiones y sostiene a los sectores más vulnerables en momentos de dificultad económica.
Desafíos del sistema de previsión social
A pesar de su importancia, el sistema de previsión social enfrenta desafíos estructurales que requieren atención. Uno de los principales problemas identificados por Clavijo es la falta de personal suficiente en diversas áreas del BPS, lo que puede traducirse en demoras en los trámites y en una atención insuficiente a las necesidades de los usuarios. Además, el organismo necesita avanzar en procesos de modernización tecnológica y administrativa para adaptarse a las nuevas demandas sociales y económicas.
En este sentido, el director señaló que el actual directorio del BPS se encuentra trabajando en una agenda que busca mejorar los tiempos de respuesta, modernizar la atención al público y fortalecer la relación del organismo con el territorio. La descentralización, la presencia activa en los departamentos y una atención cálida y personalizada son pilares de esta estrategia.
Una inversión con impacto social y económico
Desde una óptica técnica, la inversión mensual del BPS en Paysandú debe analizarse no solo como un mecanismo de asistencia social, sino como una herramienta de política económica con efectos multiplicadores. Los recursos transferidos no se limitan a cubrir necesidades básicas: contribuyen a estabilizar la demanda interna, amortiguar los efectos de las crisis económicas y fomentar la inclusión.
La seguridad social uruguaya, concebida como un sistema solidario, público y estatal, ha sido históricamente un pilar del modelo de bienestar del país. En contextos de dificultad —como crisis sanitarias, caídas del empleo o pérdida de poder adquisitivo— ha permitido amortiguar los impactos sociales más severos, garantizando niveles mínimos de protección para amplias capas de la población.
Un modelo con presencia nacional
Finalmente, Clavijo subrayó que la seguridad social debe gestionarse con un enfoque cercano a las personas y a los territorios. “No puede dirigirse solamente desde un escritorio en Montevideo. Necesitamos un BPS que esté presente en cada rincón del país, con atención humana, cálida, eficiente y sensible a la realidad local”, afirmó.
La experiencia de Paysandú evidencia que la inversión en seguridad social no es solo un derecho consagrado por la legislación, sino también un componente esencial del entramado económico y social del país. Su impacto va más allá de los números: es una presencia viva y cotidiana en la vida de miles de personas, y un soporte silencioso pero fundamental del desarrollo departamental.
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