En una jornada cargada de emociones y con el estadio Campeón del Siglo colmado, Peñarol logró coronarse campeón del Torneo Clausura 2025 luego de imponerse 2 a 1 ante Defensor Sporting, en un encuentro que tuvo de todo: goles, intensidad y una definición que mantuvo en vilo a la hinchada aurinegra hasta el pitazo final. Con esta victoria, el equipo dirigido por Diego Aguirre no solo aseguró el título del Clausura, sino que además dio un paso fundamental de cara a la definición del Campeonato Uruguayo.
Un comienzo adverso y una reacción con carácter
El partido comenzó con sorpresa. Apenas transcurrían cuatro minutos cuando el equipo violeta se puso en ventaja. José Álvarez desbordó por la izquierda y envió un centro peligroso al área. En el intento de despejar, el defensa Nahuel Herrera terminó cometiendo infracción dentro del área. Tras la revisión del VAR, el árbitro sancionó penal y Diego Abreu lo cambió por gol, poniendo a Defensor 1-0 arriba y silenciando por un momento al público local.
El golpe temprano obligó a Peñarol a reacomodarse. Durante buena parte del primer tiempo, el aurinegro mostró dificultades para conectar con claridad en los metros finales. El mediocampo, comandado por Remedio, Sosa y Leo Fernández, trataba de generar volumen de juego, pero las imprecisiones y la buena presión de los volantes violetas complicaban la circulación. Defensor, bien parado en el medio con Barrios y De los Santos, apostaba a las salidas rápidas y al juego aéreo, sabiendo que el resultado parcial lo favorecía.
Sin embargo, Peñarol no bajó los brazos. La insistencia por las bandas, especialmente por el sector de Lucas Hernández, comenzó a inclinar la cancha hacia el arco visitante. Cuando el primer tiempo se terminaba, a los 45 minutos, llegó la recompensa. Tras un tiro libre lanzado al área, el despeje corto de la defensa de Defensor dejó la pelota servida para Hernández, que ensayó una espectacular tijera y venció al arquero, decretando el 1-1 que levantó a todo el estadio.
Segundo tiempo con dominio aurinegro
El complemento mostró una cara diferente del local. Peñarol volvió al campo con mayor decisión, adelantando sus líneas y ejerciendo un dominio territorial que se reflejó rápidamente en el marcador. A los 55 minutos, un córner ejecutado por Leo Fernández fue mal rechazado por la defensa violeta. Una vez más, Lucas Hernández apareció libre en el área para definir con zurda y marcar el 2-1 que desató la locura en las tribunas.
El tanto obligó a Defensor a modificar su planteo. El técnico introdujo variantes ofensivas, dando ingreso a Torterolo, Wunsch y Biscayzacú, buscando mayor profundidad. No obstante, el equipo visitante se encontró con una defensa firme y un Peñarol bien parado, que controló los espacios y apeló al contragolpe para mantener la ventaja. En ofensiva, Arezo y Silvera se movieron con inteligencia, reteniendo la pelota y generando faltas que le dieron aire al equipo.
El tramo final del partido fue intenso. Defensor presionó en busca del empate, pero se topó con una sólida actuación del arquero Brayan Cortéz, quien respondió con seguridad cada vez que fue exigido.
El pitazo final del árbitro desató la fiesta aurinegra: Peñarol volvía a festejar un título ante su gente, confirmando su poderío y regularidad a lo largo del torneo.
El valor del título y lo que viene
La consagración en el Clausura tiene un significado especial para Peñarol. Más allá del trofeo, el triunfo permite al conjunto mirasol acercarse a Nacional en la Tabla Anual y quedar muy bien posicionado para la definición del Campeonato Uruguayo. Además, asegura su presencia en las finales del torneo y le da un impulso anímico de cara a los compromisos decisivos.
El entrenador Diego Aguirre destacó tras el encuentro el compromiso del grupo y la importancia de haber mantenido la calma tras el gol inicial del rival. “Fue un partido muy duro, pero el equipo demostró carácter. Supimos levantarnos y ganarlo jugando al fútbol, con el empuje de nuestra gente”, expresó el técnico.
Con esta conquista, Peñarol reafirma su lugar como uno de los protagonistas absolutos del fútbol uruguayo. El equipo aurinegro cerró el Clausura con una notable racha de victorias, consolidando su idea de juego y mostrando solidez tanto en defensa como en ataque.
Ahora, el objetivo inmediato será la semifinal del Campeonato Uruguayo ante Liverpool, un duelo que promete ser exigente y que podría definir la suerte del torneo. La hinchada, fiel a su estilo, ya sueña con una nueva vuelta olímpica, mientras el plantel se enfoca en mantener el rendimiento que lo llevó a lo más alto del Clausura.