Ministro Carlos Negro: Gobierno impulsa profunda reforma del sistema penitenciario ante crisis estructural

Autoridades impulsan una reforma estructural y responsable del sistema penitenciario uruguayo.

El sistema penitenciario de Uruguay atraviesa una situación crítica que demanda transformaciones profundas. Así lo expresó el ministro del Interior, Nicolás Martinelli (apodado "Negro"), quien sostuvo que es urgente encarar una reforma estructural, seria y responsable en las unidades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), con un enfoque integral que convoque a todos los actores del sistema.

Durante una conferencia de prensa, el ministro estuvo acompañado por la directora del INR, Ana Juanche; el comisionado parlamentario para el sistema penitenciario, Juan Miguel Petit; y el director de la Policía Nacional, José Azambuya. En su intervención, Martinelli subrayó que el Ministerio del Interior es plenamente consciente de las problemáticas actuales, como el hacinamiento carcelario y los altos niveles de violencia dentro de las unidades penitenciarias.

El ministro atribuyó parte de la responsabilidad de esta situación a decisiones tomadas por el gobierno anterior, al que acusó de haber impulsado una política criminal basada casi exclusivamente en el encarcelamiento como solución ante la delincuencia. En particular, señaló que la Ley de Urgente Consideración (LUC) se convirtió en el eje de una estrategia que no abordó la rehabilitación ni la reinserción social de las personas privadas de libertad.

En ese sentido, Martinelli manifestó la necesidad de revisar y modificar esta “filosofía normativa” y promover un cambio de enfoque, aunque aclaró que no se trata de una tarea que pueda asumir únicamente el Ministerio del Interior. Por el contrario, convocó a un “diálogo profundo” con las distintas instituciones involucradas, incluyendo el Poder Judicial, el Legislativo, organizaciones de la sociedad civil y expertos en políticas penitenciarias.

“El camino es complejo y no tendrá resultados inmediatos, pero debemos comenzar cuanto antes una reforma penitenciaria basada en criterios técnicos, humanitarios y sostenibles”, afirmó el ministro. Asimismo, insistió en que esta transformación debe involucrar a todas las agencias vinculadas al sistema carcelario para garantizar un abordaje multidisciplinario.

Uno de los puntos críticos mencionados fue el incendio ocurrido recientemente en la unidad N.° 4 de Santiago Vázquez, que resultó en la muerte de cuatro reclusos. Para Martinelli, hechos como este reflejan con crudeza las falencias estructurales del sistema y reafirman la urgencia de una transformación de fondo. A raíz de esta tragedia, la cartera trabaja en un plan de acción específico que abarcará la mejora de la infraestructura penitenciaria, la atención en salud mental y la calidad de la alimentación que reciben los internos.

Además, el ministro planteó la posibilidad de crear un Ministerio de Justicia independiente, argumentando que la actual situación, en la que el Ministerio del Interior administra simultáneamente la seguridad pública y el sistema carcelario, genera incompatibilidades de funciones. Según su visión, una institución dedicada exclusivamente a las políticas penitenciarias permitiría una gestión más especializada y centrada en la rehabilitación.

Por su parte, el comisionado parlamentario Juan Miguel Petit coincidió en que la reforma del sistema penitenciario debe ser una responsabilidad compartida entre los tres poderes del Estado. Subrayó que el Poder Judicial es quien define la privación de libertad, el Ejecutivo la ejecuta y el Legislativo tiene el deber de supervisar y legislar sobre la materia.

Petit destacó el papel que cumple la comisión bicameral del Parlamento enfocada en asuntos penitenciarios, señalando que esta instancia de diálogo político es fundamental para consensuar políticas públicas de largo plazo. También valoró el trabajo que vienen realizando los equipos técnicos del INR, aunque admitió que la magnitud de los desafíos requiere redoblar los esfuerzos.

“El mensaje es claro: debemos repensar el sistema carcelario desde nuevas perspectivas, con foco en la dignidad humana, la reinserción social y la prevención de la reincidencia”, concluyó Petit.

Con estas declaraciones, tanto el Ministerio del Interior como otras autoridades involucradas buscan abrir una etapa de transformación penitenciaria basada en la cooperación institucional, el compromiso intersectorial y una visión a largo plazo que trascienda los cambios de gobierno.