COPAGRAN desvincula a 39 trabajadores en el marco de una reestructura estratégica.
La cooperativa agroindustrial inicia una reconfiguración de su operativa para asegurar la rentabilidad y la sostenibilidad a largo plazo. La medida impacta a 39 empleados y redefine el futuro de una de las principales empresas del sector en el litoral oeste del país.
En un contexto de crecientes desafíos para el sector agroindustrial, la cooperativa COPAGRAN anunció el inicio de una profunda reestructura interna con el objetivo de recomponer su rentabilidad y fortalecer su competitividad. La medida, que forma parte de un nuevo plan estratégico para el período 2025-2030, incluyó la desvinculación de 39 trabajadores de su plantilla permanente de 226 funcionarios.
La decisión fue comunicada por la empresa mediante un comunicado oficial, en el que se afirma que la medida responde a “la necesidad de adaptarse a un mercado mucho más exigente”, en un escenario que combina baja rentabilidad, aumento de costos operativos y una reciente crisis climática que afectó al agro en su conjunto, como la sequía de 2023.
Una reestructura dolorosa pero “necesaria”
“Ha sido una decisión difícil y meditada”, declaró el presidente del Consejo Directivo de COPAGRAN, el ingeniero agrónomo Juan Manuel García. “Entendemos y lamentamos el impacto humano de estas medidas. Como empresarios y cooperativistas estamos comprometidos a transitar este proceso con la mayor responsabilidad posible”.
En el mismo tono, el gerente general de la cooperativa, Ing. Agr. Ignacio Buffa, explicó que la reestructura es “imperativa para reducir costos operativos y garantizar la viabilidad futura de la cooperativa”. Buffa aseguró que estas medidas permitirán preservar los 187 puestos de trabajo restantes, al tiempo que se mantiene la calidad del servicio a más de 3.000 productores a lo largo del litoral oeste del país.
Pese al recorte de personal, la empresa asegura que su operativa diaria no se verá afectada. La reconfiguración interna implica una redefinición de líneas de negocio y una concentración de la actividad comercial en seis puntos estratégicos, sin dejar de atender a ningún productor ni localidad en su zona de influencia.
Sostener el compromiso con los productores
En su comunicado, COPAGRAN reafirmó su compromiso con los 850 socios cooperativistas, los más de 3.000 productores agropecuarios a quienes brinda servicios y las comunidades donde está presente. También reiteró su vocación de seguir siendo un “socio confiable y competitivo” para los productores, incluso en momentos de dificultad.
La empresa continuará brindando asistencia técnica, comercialización de productos y provisión de insumos, en línea con los estándares que ha mantenido desde su fundación. La meta declarada es lograr una cooperativa “más eficiente, sustentable y resiliente”, en sintonía con los desafíos actuales del agro uruguayo.
Entre las grandes del agro, pero con márgenes ajustados
COPAGRAN se ubica entre las principales agroindustrias nacionales, tanto por volumen de negocios como por su inserción territorial. En los últimos cinco años, comercializó cerca del 10% de la producción de granos del país y exportó entre el 5% y el 10% del total nacional en ese rubro.
Sin embargo, su modelo de negocio históricamente ha funcionado con márgenes de rentabilidad reducidos. La sequía de 2023, sumada a la suba sostenida de costos de producción y la caída de los precios internacionales, obligó a revisar esta estrategia. “Es necesario reconfigurar nuestras operaciones para sostener la viabilidad de largo plazo”, indicaron desde la empresa.
Una historia de integración y cooperación
Fundada en 2005, COPAGRAN es fruto de la fusión de diez cooperativas rurales con larga tradición en sus comunidades: CALPA, CADYL, SOFORUPA, Soc. Fomento de RISSO, CARLI, CALOL, CALCE, SOFOCA, CALAS y la ex-Central Cooperativa de Granos.
Su historia, sin embargo, se remonta a las décadas de los 60 y 70, cuando comenzaron a consolidarse las primeras sociedades de fomento y cooperativas locales en los departamentos de Colonia, Paysandú, Río Negro y Soriano. Ese origen le confiere una fuerte inserción territorial y un vínculo directo con los productores de la región.
Actualmente, COPAGRAN agrupa a productores agrícolas, ganaderos, lecheros y emprendimientos de integración productiva. Su influencia abarca gran parte del litoral oeste del país, siendo un actor clave en la cadena agroindustrial y en el desarrollo de las comunidades rurales.
Balance entre rentabilidad y compromiso social
La reestructura de COPAGRAN refleja una tensión recurrente en las empresas del sector agroindustrial: la necesidad de adaptarse a los requerimientos del mercado sin perder su esencia cooperativa ni descuidar su vínculo con las comunidades rurales.
En un contexto económico desafiante, donde las condiciones climáticas extremas y la volatilidad de los mercados internacionales impactan directamente en la operativa, la empresa apuesta por una transformación profunda que busca garantizar su continuidad y solidez a futuro.
Aunque las desvinculaciones generan un impacto social inmediato, la conducción de COPAGRAN asegura que la decisión es parte de una estrategia pensada para sostener el empleo restante, preservar la calidad de los servicios y mantener el compromiso con los miles de productores que dependen de su funcionamiento.
El tiempo dirá si esta nueva etapa logrará el equilibrio entre eficiencia económica y responsabilidad cooperativa que la empresa se propone alcanzar.
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