Actriz sanducera denunció acoso sexual durante un viaje en ómnibus interdepartamental.
La actriz y bailarina sanducera Agustina da Fonseca relató públicamente la situación de acoso sexual que sufrió durante un viaje en un ómnibus interdepartamental que cubría el trayecto entre Montevideo y Paysandú. Su testimonio generó una fuerte repercusión y volvió a poner en debate la seguridad de las mujeres en el transporte público.
El hecho ocurrió durante la madrugada, cuando el vehículo se encontraba próximo a llegar a su destino. Según explicó la artista, había tomado asiento al comenzar el viaje y, tras varias horas, un hombre se sentó a su lado. En un principio no le dio demasiada importancia, aunque notó una actitud insistente y una cercanía que la incomodó. Minutos después, se quedó dormida.
Al despertar, Agustina sintió que el individuo le había colocado la mano sobre la entrepierna. La reacción fue inmediata: lo apartó de manera brusca, comenzó a gritar y llamó al guarda del ómnibus pidiendo ayuda. “Estaba completamente en shock, temblando y sin poder entender lo que acababa de pasar”, relató. El agresor, al ser increpado por el personal del bus, negó los hechos, aunque varios pasajeros presenciaron la situación.
Ante lo ocurrido, el guarda decidió cambiar de asiento al acusado y avisar al conductor para detener el vehículo en un lugar seguro. Sin embargo, el momento fue de gran tensión. La actriz expresó que sintió miedo, impotencia y una profunda sensación de vulnerabilidad. A pesar del silencio inicial de la mayoría de los pasajeros, dos mujeres se acercaron para acompañarla, consolarla y fotografiar al hombre, acción que resultó clave para la posterior denuncia.
El ómnibus se detuvo más adelante para que interviniera la Policía, que trasladó al implicado a una comisaría de la ciudad de Young, en el departamento de Río Negro. En el lugar, da Fonseca presentó la denuncia formal y brindó su testimonio. Las dos pasajeras que la ayudaron permanecieron junto a ella durante todo el proceso, gesto que la actriz destacó con profunda gratitud.
Luego del trámite, la unidad continuó su recorrido hasta Paysandú, aunque la artista reconoció que le resultó difícil volver a sentirse tranquila. “No podía dejar de pensar que esto le puede pasar a cualquier mujer, en cualquier momento. Me dio mucha rabia pensar en mis alumnas, en mis compañeras de trabajo, en todas las que viajan solas”, expresó.
La mujer decidió hacer pública su experiencia a través de redes sociales, con el objetivo de visibilizar este tipo de situaciones que, según afirmó, “ocurren todos los días y muchas veces se callan por miedo o vergüenza”. Su publicación recibió cientos de mensajes de apoyo y decenas de testimonios similares de otras viajeras que atravesaron episodios de acoso.
Las autoridades policiales confirmaron posteriormente la denuncia e informaron que la Justicia impuso medidas cautelares contra el acusado. Entre ellas, la prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio o persona interpuesta, así como un radio de exclusión de 500 metros durante un plazo de 180 días. El caso fue remitido a la Fiscalía correspondiente y el hombre quedó emplazado a comparecer nuevamente.
Desde la empresa de transporte interdepartamental Copay, propietaria del vehículo, se informó que se está analizando la situación para fortalecer los protocolos de seguridad y atención al pasajero. Según trascendió, la compañía evalúa incorporar nuevas medidas internas, como la capacitación del personal y la instalación de cámaras adicionales dentro de las unidades.
El testimonio de Agustina da Fonseca se suma a una serie de denuncias de acoso registradas en los últimos meses en distintos servicios de transporte del país, un fenómeno que ha llevado a organizaciones sociales y colectivos feministas a reclamar mayor protección para las mujeres que viajan solas, especialmente en horas de la noche.
El caso continúa bajo investigación judicial, mientras la víctima insistió en la importancia de denunciar y no permanecer en silencio. Su relato busca servir de ejemplo para que otras mujeres se animen a hablar y se refuercen los mecanismos de prevención en el transporte público uruguayo.
