Uruguay Impulsa: Más de 1.000 personas ya se capacitan para trabajar con derechos

Bergara y Orsi

Más de mil personas comenzaron su formación para integrarse al programa Uruguay Impulsa.

Con el objetivo de mejorar las oportunidades laborales y reforzar los derechos sociales de personas en situación de vulnerabilidad, más de mil personas iniciaron esta semana en Montevideo su proceso de capacitación como parte del programa Uruguay Impulsa, una nueva iniciativa del Gobierno nacional que busca sustituir y superar las limitaciones del antiguo sistema de Jornales Solidarios.

El lanzamiento tuvo lugar con la presencia de autoridades nacionales y departamentales, marcando el punto de partida de una etapa que no solo brinda empleo temporal, sino que apuesta a la inclusión social a través de la formación y el acceso a derechos laborales plenos.

Una estrategia renovada para combatir la desigualdad

Uruguay Impulsa fue diseñado como una herramienta para ofrecer trabajo digno, formación personal y proyección laboral a personas que enfrentan barreras estructurales para acceder al mercado formal de empleo. El programa contempla un total de 5.500 cupos en todo el país, y en esta primera etapa, más de 1.000 seleccionados en Montevideo iniciaron el proceso de inducción y aprendizaje.

A diferencia de anteriores programas sociales centrados en el trabajo eventual, esta iniciativa garantiza seguridad social, cobertura médica por enfermedad, aportes jubilatorios, licencias por maternidad y condiciones laborales más estables. Además, los participantes recibirán una remuneración mensual equivalente a $19.728 por jornadas laborales de seis horas diarias, de lunes a viernes.

Etapas de la capacitación: herramientas para el presente y el futuro

La capacitación que recibirán los beneficiarios se compone de tres módulos progresivos. En primer lugar, se trabajará en la alfabetización digital, conceptos básicos de salud y seguridad laboral, ejes de equidad de género y derechos laborales. En segundo lugar, los participantes desarrollarán competencias transversales como trabajo en equipo, liderazgo, resolución de conflictos y comunicación efectiva. Por último, se dictarán cursos específicos vinculados a las tareas que realizarán: desde limpieza urbana hasta mantenimiento de espacios públicos, pintura, jardinería, turismo, seguridad vial y producción hortícola.

Este proceso no solo busca que los beneficiarios cumplan una función laboral durante los meses de implementación del programa, sino también que adquieran conocimientos transferibles, capaces de abrir nuevas puertas en el ámbito del empleo formal o el emprendedurismo.

Alta demanda y proceso de selección transparente

La convocatoria nacional generó una respuesta masiva: más de 160.000 personas se inscribieron para participar. Luego de una verificación de datos por parte de organismos públicos, se realizó un sorteo para seleccionar a los beneficiarios que finalmente integrarían el programa.

Una vez realizado el sorteo, cada gobierno departamental comenzó a contactar a los seleccionados para informarles sobre los pasos a seguir y organizar las instancias de capacitación. En Montevideo, el inicio se formalizó con un acto simbólico, pero también con jornadas prácticas que ya comenzaron a desarrollarse en centros de formación.

Inclusión, empleo y dignidad: el corazón del programa

Uruguay Impulsa pone el foco en una población que ha quedado al margen del sistema durante años. Personas con trayectorias laborales interrumpidas, sin cobertura social, sin formación técnica y, muchas veces, sin oportunidades reales de progreso. Este programa no es solamente una fuente de ingresos temporales, sino que representa un puente hacia el desarrollo humano y laboral a mediano plazo.

Uno de los pilares del programa es que cada beneficiario, al finalizar su participación, no solo haya recibido un salario, sino también una experiencia formativa integral y una red de apoyo institucional que le permita seguir avanzando. Es por eso que las capacitaciones incluyen orientación sobre cómo postular a empleos, cómo gestionar emprendimientos personales y cómo mantener vínculos con instituciones de formación continua.

Desafíos y perspectivas

Aunque el lanzamiento del programa representa un avance significativo, también plantea desafíos importantes para su consolidación. La coordinación entre los distintos niveles de gobierno será clave para asegurar una implementación efectiva en todo el país, especialmente en zonas rurales o con menor infraestructura. También será necesario garantizar que las capacitaciones respondan a las necesidades reales del mercado laboral local.

Además, se plantea la necesidad de realizar un seguimiento a los participantes una vez finalizado el programa, para medir su impacto real en términos de inserción laboral, mejora de ingresos y continuidad educativa. En otras palabras, Uruguay Impulsa se enfrenta al reto de trascender lo asistencial y convertirse en una política pública transformadora.

Una política pública con mirada integradora

El comienzo de esta capacitación representa más que un simple curso de formación: es un símbolo de que el Estado busca estar presente donde más se necesita. La apuesta por el empleo digno, la educación y la inclusión no es menor en un contexto económico aún desafiante, donde la informalidad, el desempleo y la precariedad afectan a amplios sectores de la sociedad.

Con Uruguay Impulsa, se abre un nuevo camino para miles de uruguayos y uruguayas que ven en este programa una posibilidad concreta de cambiar su realidad. El desafío será sostener y potenciar esta herramienta a largo plazo, de modo que no sea solo una medida coyuntural, sino parte de una estrategia sostenida de desarrollo con justicia social.

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