Trump propone reabrir y ampliar la prisión de Alcatraz como símbolo de mano dura contra el crimen.
En una declaración que ha generado polémica a nivel nacional, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de reabrir y ampliar Alcatraz, la icónica prisión ubicada en una isla rocosa frente a la costa de San Francisco, cerca del famoso puente Golden Gate.
A través de un mensaje publicado el domingo en Truth Social, su red social, Trump expresó que "por demasiado tiempo, Estados Unidos ha estado plagado de criminales violentos, reincidentes y despiadados". Según sus palabras, el relanzamiento de Alcatraz funcionaría como un "poderoso símbolo de ley, orden y justicia" en una época que, a su juicio, requiere medidas más contundentes en materia de seguridad y castigo.
Un llamado a endurecer la política penal
El exmandatario reveló que ha dado instrucciones a varias agencias federales, incluida la Oficina de Prisiones, el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, para que trabajen en un plan que permita no solo reabrir, sino reconstruir y expandir significativamente las instalaciones de Alcatraz.
Trump afirmó que esta nueva versión de la histórica prisión estaría diseñada para albergar a "los delincuentes más peligrosos, violentos e impenitentes del país", una categoría que, según sus declaraciones anteriores, incluiría a miembros de pandillas, reincidentes y otros perfiles considerados de alta peligrosidad.
Reacciones y críticas desde el Partido Demócrata
Las reacciones no se hicieron esperar. Varios líderes del Partido Demócrata calificaron la propuesta como absurda e inviable. Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes y representante del distrito californiano que incluye la isla de Alcatraz, rechazó la propuesta tachándola de “no seria”.
Por su parte, el senador estatal Scott Wiener, también demócrata por San Francisco, fue más contundente. En una publicación en Instagram, describió la idea como “profundamente perturbadora” y un “ataque directo al Estado de derecho”.
El pasado de Alcatraz: historia y leyenda
Alcatraz no es solo una prisión; es un símbolo histórico de la cultura carcelaria estadounidense. Originalmente construida como una fortaleza militar, fue transformada a principios del siglo XX en una prisión militar y, más tarde, en un centro federal de máxima seguridad bajo la jurisdicción del Departamento de Justicia en la década de 1930.
Durante sus casi tres décadas de funcionamiento como prisión federal, Alcatraz fue conocida por su dureza y por albergar a algunos de los criminales más infames de la historia de Estados Unidos, como el gánster Al Capone, el mafioso Mickey Cohen y George "Machine Gun" Kelly. Su fama también se vio impulsada por el cine, con películas como El hombre de Alcatraz (1962), basada en la historia del asesino Robert Stroud, y La Roca (1996), protagonizada por Sean Connery y Nicolas Cage.
La prisión cerró oficialmente en 1963, principalmente por los altos costos operativos. Según la Oficina Federal de Prisiones, mantener Alcatraz en funcionamiento era casi tres veces más costoso que operar otras cárceles federales, debido a su ubicación aislada en la bahía de San Francisco.
Obstáculos técnicos, legales y financieros
Expertos en derecho y política penitenciaria han puesto en duda la viabilidad de la propuesta. El profesor Gabriel Jack Chin, de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Davis, advirtió en declaraciones a la BBC que reabrir Alcatraz requeriría una inversión masiva, tanto en infraestructura como en logística.
“Hoy en día, el sistema penitenciario federal ha visto una reducción del 25% en su población desde su punto máximo. Muchas cárceles tienen camas vacías, por lo que no está claro que sea necesario construir una nueva prisión, y mucho menos en una isla de difícil acceso”, explicó Chin.
El académico también señaló que Trump está tratando de enviar un mensaje político más que presentar una solución realista: “Alcatraz tiene una reputación de ser una prisión inflexible, y el expresidente busca capitalizar ese simbolismo para reforzar su imagen de dureza contra el crimen”.
Un patrón polémico en política criminal
No es la primera vez que Donald Trump propone medidas controversiales en relación con el encarcelamiento. En marzo de este año, envió a más de 200 presuntos miembros de pandillas venezolanas a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, una medida que fue criticada por organizaciones de derechos humanos.
Además, ha mencionado en otras ocasiones la posibilidad de enviar a criminales estadounidenses a prisiones fuera del país, una práctica que generaría importantes conflictos legales y diplomáticos.
¿Renacimiento o nostalgia punitiva?
Mientras algunos sectores conservadores aplauden la idea de revivir el mito de Alcatraz como herramienta disuasoria contra el crimen, los críticos argumentan que se trata de una estrategia electoral más que de una política pública fundamentada. Con la campaña presidencial de 2024 en marcha, muchos interpretan la propuesta como parte del discurso populista y de "mano dura" que caracterizó a Trump durante su mandato.
Reabrir Alcatraz implicaría mucho más que restaurar una antigua prisión: significaría revivir una era del sistema penal que muchos consideran superada, en un contexto donde las reformas carcelarias y los derechos humanos han ganado terreno.