El pasado 1° de marzo, Yamandú Orsi asumió formalmente la Presidencia de la República Oriental del Uruguay, y desde entonces ha puesto en marcha una agenda marcada por el trabajo y la toma de nuevas medidas. En apenas sus primeros días al frente del país, el mandatario desplegó una intensa serie de encuentros y reuniones tanto a nivel bilateral como multilateral, reafirmando el perfil de apertura y diálogo internacional de su gestión.
Entre las primeras actividades, Orsi mantuvo un encuentro clave con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, con quien abordó temas de integración regional y cooperación bilateral. En paralelo, el Prosecretario de la Presidencia, Jorge Díaz, se reunió con el ministro de Justicia de Italia, fortaleciendo los lazos con Europa en materia judicial.
En el plano económico y comercial, Uruguay y Alemania concretaron el primer encuentro presidencial de este nuevo período, con el objetivo de avanzar en las negociaciones del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, una prioridad para el nuevo gobierno.
Además, delegaciones extranjeras visitaron el Centro de Innovación Educativa de Ceibal, en una muestra de interés por el modelo educativo uruguayo. En esta línea de diplomacia activa, Orsi recibió al presidente de Armenia, al presidente de Honduras, Bernardo Arévalo —con quien coincidió en la defensa de la democracia y la justicia social— y a una delegación de CAF - Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.
Otro de los encuentros destacados fue el que mantuvo con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el histórico Palacio Estévez, donde ambos mandatarios dialogaron sobre cooperación regional y cambio climático.
El Canciller de la República, Mario Lubetkin, también destacó los resultados obtenidos en esta intensa jornada de reuniones bilaterales, subrayando el interés de Uruguay por reforzar sus vínculos internacionales en un contexto global desafiante.
Con esta dinámica agenda de trabajo, el presidente Orsi busca consolidar el posicionamiento de Uruguay como un actor confiable y abierto al diálogo en la región y el mundo, en el marco de una nueva etapa política que recién comienza.